Comienza esta historia con la inscripción de la propiedad por parte del Ayuntamiento, en los primeros días de 1929, de la finca que fue comprada meses antes a Juan Gil Clemente por 1.000.- pesetas, donde se encuentra el nacimiento.
Se sabía que el agua era muy buena, por lo que se decidió encargar a un laboratorio de Madrid una analítica completa, que confirmó que el Agua de “Los Cloticos” era de extraoridinaria calidad.
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Los primeros clientes particulares de Valencia, a los que había que llevarles el agua a sus domicilios, fueron de la plaza de San Miguel y de la Plaza del Angel, los encargados de la distribución eran Enrique Gil Mañes y Eusebio Mañes. La tía Coca y la tía Paulina fueron los primeros clientes no particulares que recíbian agua para vender a sus propios clientes.
Después de muchos años de distribución en la ciudad de Valencia y municipios limítrofes, y sobre todo en Sagunto y su puerto, del que el principal cliente era la siderurgia levantina; llenando el agua tanto en garrafas de vidrio y cubas, en lo que se denominó, popularmente "el llenador"; en 1985, de la mano del entonces consistorio municipal dirigido por su alcalde Andrés Capilla Castillo, se da el gran salto, con la inauguración de la Planta envasadora en “Los Cloticos”, este hecho coincide con una gran expansión de las ventas.
Fuente de los Cloticos
El agua de Bejís es una de las mejores. Su excelencia se denota, entre otras cosas, por su oligonometría de mineralización débil, con escaso resíduo seco (140 mg/l a 180º C). Se considera un agua oligométrica cuando el resíduo seco que queda después de la evaporación es inferior a 500 mg/l, por lo que con 140 mg/l, nuestra agua presenta un excelente resultado.
La nueva analítica del agua ha demostrado que su calidad ha mejorado respecto a la analítica del 2008, vease la excelente composición química que presenta: